En la primera semana de septiembre de 1939, Julien Bryan, estadounidense, estaba de vacaciones de verano en Europa, se fue a Varsovia justo cuando todos los reporteros extranjeros y los diplomáticos y oficiales del gobierno polacos, huían de la capital por la invasión alemana. Para ese momento el realiza que la ciudad estaba a punto de convertirse en un sitio devastador, era demasiado tarde para salir, por lo tanto decidió quedarse siendo como el único fotógrafo extranjero en la ciudad y registrar los acontecimientos con su cámara.
La pequeña Kazimiera Mika, una niña polaca de 10 años se encuentra en 1939 con el cadáver de su hermana asesinada por los Nazis en un campo cercano a Varsovia. Tras el salto secuencia fotográfica tomada por Julien Bryan.
Algunas imágenes pueden herir la sensibilidad, manejar con cuidado.